¿Estás nervioso o nerviosa por llevar a tu niño pequeño a comer? Estos nueve consejos ayudarán a que salir a comer con un niño pequeño sea simple y sin estrés.
Es posible que experimentes batallas con derrames, servilletas caídas o una comida rápida para todos. No esperes demasiado de tu pequeño en este momento. Todavía está en el proceso de aprendizaje.
Un lugar familiar es la elección más segura para estas ocasiones en lugar de tu íntimo restaurante favorito. Familiar no tiene por qué significar comida rápida. Muchos restaurantes al sentarse dan la bienvenida a los niños con sillas altas, un menú para niños o crayones y manteles individuales de papel con actividades.
Elige una hora que esté sincronizada con el horario de tu niño pequeño. Una reservación nocturna no funciona para un niño que se acuesta treinta minutos después de la hora que has elegido. Estará de mal humor para cuando lleguen los aperitivos. Si eliges un lugar que no acepta reservaciones, ve temprano para no tener que esperar por una mesa.
La comida puede ser más fluida si le traes su vasito de tu niño pequeño. Trata de traer un vasito con tapa para que no se le tire su bebida. También es posible que desees llevar un babero y utensilios para niños.
Dale a tu niño algo para mantenerlo ocupado mientras esperan tu orden. Un juguete silencioso o un nuevo libro de cartón deberían ser suficientes.
A las manos curiosas les encanta tocar y agarrar. Asegúrate de mover velas, condimentos, cuchillos y vasos de agua cuando te sientes para estar seguro
Algunos niños pequeños son comedores aventureros, pero la mayoría son quisquillosos. El tuyo podría desconfiar de los nuevos alimentos. Si quieres que tu niño pequeño pruebe nuevos sabores, pide algo que sepas que le gusta a tu pequeñito junto con algo nuevo. O siempre puede probar un bocado de tu plato.
Una porción de tamaño adulto es demasiado grande para un niño pequeño. También es una invitación de bienvenida para que tu pequeño haga un desastre. Si no están disponibles opciones para niños, pide una entrada o comparte parte de tu comida con tu pequeño hambriento.
Tu niño pequeño podría estar bien todo el tiempo. Sin embargo, es posible que no sea así. Para estar seguro, siempre puedes pedir bebidas, platos principales y postres al mismo tiempo. O solicita la cuenta al ordenar, para minimizar la espera. De esa manera, puedes pagar e irte si tu niño pequeño se queda sin paciencia.
A medida que tu pequeño crezca, habrá comidas más tranquilas en el futuro. Salir a comer con los niños se vuelve más fácil a medida que pasa el tiempo. Mientras tanto, date unas palmaditas en la espalda y dale ‘cinco’ a tu niño pequeño. ¡Acabas de disfrutar de un tiempo de calidad comiendo fuera con tu niño pequeño!
Toda la información de Enfamil, incluyendo, pero no limitada a la información sobre la salud, condiciones médicas y nutrición, está destinada a tu conocimiento en general y no substituye la identificación del cuidado médico de un profesional de la salud, consejos o el manejo para condiciones médicas específicas. Debes buscar atención médica y consultar a tu médico o pediatra por cualquier problema específico de salud o nutrición. Nunca ignores el consejo médico profesional ni retrases la búsqueda de tratamiento, atención o ayuda médica debido a la información que hayas leído en Enfamil